Denia Honey Lambert —

Oculta bajo una fachada de inocencia, ella no es lo que verdaderamente cree la gente. Es una chica que analiza todo lo que ocurre a su alrededor al mas mínimo detalle, muy observadora, tiende a tener grabada en la mente todo movimiento de la persona, aun que sea demasiado olvidadiza. La gente cree que por tener simplemente diecinueve años es un poco tonta e ingenua, pero nada de eso, sabe captar todas rápidamente. Sabe leer entre lineas fácilmente, sabe si es una indirecta o cualquier cosa a la primera, pero obviamente si conoce bien a la persona.

Dice todo lo que piensa sin miedo a lo que la gente piense de ella. No es una chica preocupada de lo que la gente diga de ella, si tiene que decir algo con un lenguaje obsceno, lo dice, si no se queda con ese sentimiento tan extraño dentro de ella que no la deja ni dormir. En algunas ocasiones ha llegado a enfadar a la gente de su alrededor por esas palabras, pero si esas personas no están de acuerdo con las cosas que dice ella es que piensan de una forma demasiado distinta a la suya, y lo que no quiere es que le lleven la contraria. No le gusta la gente que dice las cosas sin tener algún conocimiento, primero se tiene que saber de lo que se habla o si no mejor quedarse callada. En algunos momentos dados, las acciones de Denia salen de ella sin previo aviso, en algunos momentos puede fallar, pero ella es así, hace las cosas sin pensar arriesgándose a todo. Arriesgada, así es ella. Le gusta hacer las cosas rápidamente, arriesgando todo pero sin dejar de lado los planes.

No es tonta, al contrario, pero en algunas ocasiones puede tardar algunos minutos en captar lo que la gente dice, y mas si se trata de algo con números ya que es muy mala en matemáticas. Se puede comunicar con ella con señas bastante fácilmente ya que ella pone opciones en su cabeza rápidamente, sacando conclusiones y demás. Le encanta lo desconocido, siempre intenta saber cosas nuevas, lugares nuevos cualquier cosa, sin miedo. En muchas ocasiones sabe si las personas tienen una doble personalidad, por la forma en la que actúan, desde ese mismo instante decide si juntarse con esa persona o no. Le gusta estar rodeada de gente, es bastante amable y bromista. Una chica que con pocas palabras te lo intenta poner claro. Suele hacer amigos fácilmente por eso es bastante conocida en el pueblo. Siempre con una gran sonrisa en su boca, intentando alegrar el día a día.

Una chica tranquila, todo se lo toma con suma tranquilidad y paciencia. Es de esas personas que transmiten seguridad y calma, relajación y todo aquello que le permite a una persona descansar consigo misma. Hay muchas cosas que sacan de sus casillas a Denia, como por ejemplo, la gente mal aseada o la gente que come con la boca abierta y haciendo ruido. Si, son cosas imbéciles pero que ella no los soporta por ningún modo. Tampoco soporta a los niños, por cual, no soporta un comportamiento infantil en las personas de una edad madura.

Todo sentimiento negativo que se suelte en su interior ahí se queda. Es una chica que no suele sacar todo lo que tiene dentro. Cualquier mal que le pase en su memoria se quedará grabada para siempre. Es una gran actriz ya que siempre que tiene un mal día lo suele tapar con una de sus sonrisas que siempre esta en su boca. Pocas personas saben esto de ella ya que en ese sentido es una persona muy cerrada. No confía plenamente en nadie, solamente en ella misma. En ese sentido es un poco egoísta.

No es una chica que tenga muchos enemigos, pues no es muy conflictiva. Pero bastantes chicas de su misma edad la tienen como blanco de su envidia. No sabe por que pues es una chica de lo mas normal. Además Denia es una chica que anima a las demás que sean felices consigo mismas y que tengan un poco de autoestima, pero parece ser que ese mensaje no llega a todas. Sabe que hay muchas mentes muy complicadas y tiene miedo a caerle mal a alguna de ellas, pues vete a saber que cosas pueden llegar a pasar en su mente.

Denia nació un frío 12 de diciembre, la primera de los hermanos Lambert. Sus padres la mimaron, quizá demasiado, hasta que su hermano nueve años después nació. No tubo ningún tipo de celos hacia el ya que Denia era una chica que necesitaba libertad y, aun que era pequeña, no quería que sus padres se entrometieran en su vida demasiado. De pequeña era el claro ejemplo de lo que iba a ser de mayor. Irradiaba vitalidad por todos lados. Una niña feliz, con una sonrisa en sus labios, desconociendo todo lo que estaba pasando a su alrededor.

Al de poco de cumplir los doce años, sus padres se separaron por motivos que aun desconoce. El mayor afectado fue su hermano pues el quería con locura a su madre, y ella decidió irse a vivir a Francia, lejos de el. No tubo opción, se tuvo que quedar con su padre y su hermana en Svelven.

Cuando Denia dio uso a su conciencia, todo le sonó a chino. No cuadraba las cosas de lo que estaba pasando en Svelven, todo lo que decían y hacían era un tanto extraño. Escapándose de todo aquello, ella se encerraba en las bibliotecas, para leer algún libro, huir de ese mundo y encerrarse en el suyo. Pero metió la pata, o eso supone ella. Siempre veía a unos chicos entrar a la biblioteca, un día, le picó la curiosidad y se quedó a escucharlos. Entonces allí empezó a atar todos los cabos sueltos que tenia en la mente sobre la situación de Svelven. Sin querer los de aquel grupo la notaron como agudizaba el oído y allí fue como conoció, y como empezó a ser lo que era ahora.

Hace unos cuantos meses, el padre de Denia de fue a trabajar a Canada, dejándola al mando de su hermano pequeño y de la casa. Ella es una chica formalizada y bastante consciente de todo lo que tiene encima, asi que intenta hacer todo lo mejor que puede.