Gabrielle Ilaria Mazzolo {100% completado}

por **Gabrielle I. Mazzolo** Lun Feb 21, 2011 11:01 am

DATOS BÁSICOS
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NOMBRE *
Gabrielle Ilaria Mazzolo
APODOS
Gabi, Babi, Tigresa, Morros Rojos.
EDAD*
Diecinueve años; aunque si le preguntas cada vez dirá una diferente.
OCUPACIÓN
Estudiante, al menos antes lo era.
GRUPO*
Pacientes de Vecordia
ORIENTACIÓN SEXUAL*
Pansexual: significado
PODER*
Seducir con una mirada
EFECTOS SECUNDARIOS*
¿Embarazo? ¿Agotamiento?

DATOS FÍSICOS

ALTURA*
1'65m
COMPLEXIÓN
Delgada, tal vez demasiado.
COLOR DE OJOS*
Azules en el borde y van convirtiéndose en verdes cuanto más cerca de la pupila. Es una especie de degradado. Desde la lejanía simplemente parecen Azules claros.
COLOR DE PELO*
Rubio natural, y como todo rubio natural tiene sus mechas más castañas y otras más claras, todo mezclado. Liso, suave y sedoso; con leves ondulaciones cuando hay demasiada humedad.
COLOR DE PIEL
De un tono normal, antes más bronceado por el sol, pero nunca llega a ser extremadamente pálida.
~~RASGOS DISTINTIVOS~~
¿CÓMO VISTE?
Siempre impecable, perfectamente vestida y pintada, aunque este en medio del desierto, medio muerta en el Hospital Mental, ella no se deja convencer en ese aspecto. Con ropa siempre a la moda, a ser posible de marca, pero si no, no hay problema. Todo perfectamente combinado y siempre con un toque sexy, salvaje o rebelde.
DISCAPACIDADES*
Tiene una anorexia todavía leve, pero que con el tiempo se podría agrandar hasta ser preocupante.
OTROS DATOS
Siempre lleva los labios pintados de rojo sangre.

DATOS PSICOLÓGICOS

HÁBITOS
Suele beber bastante, pero siempre quedando consciente; drogas, ¿Por qué no? Sí, si sale de fiesta estas cosas están presentes. Otro habito es el de nunca salir de su cuarto sin estar perfectamente arreglada y el de no dormir en su propia cama si se puede evitar Cool

MANÍAS*
•Egomanía: Obsesión anormal por uno mismo.
•Erotomanía/Ninfomanía: Obsesión incontrolable por el deseo sexual.
•Hedonomanía: Deseo incontrolable por obtener placer.
•Megalomanía: Obsesión incontrolable hacia la gran autoimportancia y por hacer actos extravagantes.
•Mitomanía: Impulso irresistible hacia la mentira y la exageración.
AFICIONES / GUSTOS*
La vida de Gabi se ve primordialmente movida por el sexo. Sí, lo demás es pasajero, el placer, instantáneo y eso es lo que le gusta ella. Tomar las riendas, conquistar, seducir, hacer que caigan en sus redes y después disfrutar y disfrutar… el resto, como ya he dicho, no le importa un rábano. Los hombre mayores, su debilidad. Aun así, también hace ejercicio, para no ganar peso y también disfruta con la ropa: es capaz de pasarse toda una tarde poniéndose y quitándose ropa, probando mil y un modelitos y la oirás riéndose por ellos sin descanso hasta acabar exhausta. El maquillaje también podría entra en este campo, al igual que la peluquería.
ODIOS / DISGUSTOS*
Si hay algo que de verdad le joda, es que le rechacen, que le ignoren y que no caigan rendidos a sus pies. En esos casos se comporta como una niña pequeña, mimada y llorica, capaz de tener una pataleta allí mismo; o se le pueden cruzar los cables y pegarle un tiro a esa personita.
DEFECTOS*
Buf, Gabi tiene unos cuantos, aunque si se lo preguntas directamente a ella no te sabrá decir ni un solo. Egocéntrica, piensa que es divina de la muerte y que todo el mundo debe bailar a su son; sería capaz de pasarse días sin comer porque alguien le haya dicho que esta gorda y también podría pasar horas y horas mirándose al espejo y contemplando” lo hermosa que es”. Mentirosa compulsiva, peligrosa, muy lista para hacer “cosas malas” y una caprichosa como pocas. Además si se le mosquea tiene unas mala pulgas increíbles. Y probablemente, su peor defecto es su capacidad nula de juicio, lo que la convierte en peligrosa y en alguien de quien es fácil aprovecharse.
CUALIDADES*
Si logras que Gabi deje de pensar en sí misma o en sexo por un segundo, te quedas con una chiquilla dulce, amorosa, amistosa, leal… todo lo bueno que puede ser alguien mezclado con mucha inocencia, a pesar de todo. Su lado más aniñado, más sencillo, más tierno; una gran amiga. Además es una excelente dibujante y sabe coser y muchas veces se hace la ropa ella misma o al menos se la personaliza.
FOBIAS*
•Agliofobia: Temor del sufrimiento.
• Odinofobia o Odinefobia: Miedo a experimentar dolores y al dolor en sí mismo.
•Isolofobia: f. Miedo de la soledad o de estar solo.
•Somnifobia: Miedo a dormir.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA*
“Uno, aquí viene el sol; dos, aquí viene el sol; tres, es la estrella más luminosa de todas…”
Gabi es principalmente una chica que sabe cómo sacar una sonrisa a la gente, ya sea consciente de ello o no. La simpatía hecha persona y siempre lleva la alegría equivalente a un jardín de infancia concentrado en una sola chica. No es solo su pelo rubio, ni su belleza lo que hace que brille con luz propia, es la felicidad que irradia por sus poros lo que en un principio te hace girarte para verla dos veces. Su actitud aniñada, que logra que a veces parezca más una niña de tres años que una joven de 19 también le hace ganar puntos: su inocencia y su ternura son inigualables. También es cierto que goza de ser el centro de atención y que esa sea muchas veces la razón de que “brille”, el simple hecho de que quiere brillar, resaltar, que todo el mundo le haga caso y sepa que está allí. No le culpéis por ello, es parte de sus enfermedades. Su una chica se ve guapa, la gente no tardará en verla guapa; y ella se ve hermosa y además se cuida y se cuida para que ni un ápice de su belleza se pueda marchitar ni un solo segundo. Sabe como sacarse partido y no duda en hacerlo, aunque sea involuntariamente. Sus ojos lo dicen todo. En definitiva es una chica feliz, divertida y con ganas de ser siempre el ombligo del mundo, pero si no le haces caso sacarás lo peor de ella y con un comportamiento de niña pequeña.

“Demasiado grande, demasiado pequeño. El tamaño no importa, después de todo. Demasiado grande, demasiado pequeño. Podría ser algo mas grande.”
Y así llegamos a otro de sus problemas, tal vez el más grande y por el que su familia se dio cuenta de que pasaba algo: su ninfomanía. Realmente no empezó como tal cosa, ni mucho menos. Simplemente le gustaban los hombres mayores, le gustaba el placer y se había cansado de “conseguirlo ella solita”. Todo comenzó con su nuevo profesor de historia y acabó con demasiados hombres lejanos a su edad por décadas; al juego también se añadieron algunas mujeres, pero estas de su edad y otra multitud de jóvenes que ella conocía. Así es, Gabi se tira a quien haga falta. El origen de este problema reside en la falta de atención que tenia pro sus padres y en el miedo irracional que tenia a dormir, y aun más a dormir sola. También a sus obsesiones, como el de ser el centro de atención o el de mentirosa compulsiva, pues obviamente no les decía su verdadera edad y le encantaba ver como caían presos de sus encantos, de sus mentiras y de puro placer. Sé que todo esto no suena a persona cuerda, pero por si aun no lo habíais notado, ella no es un apersona cuerda. Se pasa la vida buscando nuevas víctimas, bueno, ella no las llama victimas, sino más bien afortunados o elegidos, ya que son los que van a poder disfrutar de ella y los que le van a satisfacer; prefiere sin duda alguna a los hombres mayores que ella, con un máximo de unos 50 años.

“Quien en su vida fue bueno en la Tierra, después de la muerte se convertirá en un ángel. Vuelves la mirada u preguntas al cielo: ¿por qué no se les puede ver?
Dios sabe que no quiero ser un ángel.
Ellos viven detrás del brillo del sol, apartados de nosotros demasiado lejos. Deben aferrarse a una estrella si no quieren caer del cielo.
Dios sabe que no quiero ser un ángel.”
Una chica súper supersticiosa, fiel creyente del cielo y del infierno, de los ángeles, de los demonios… pero sin el menor respeto a ninguno de ellos. Nadie sabe bien si es porque ellos demuestran una autoridad o por el simple hecho de que tienen más importancia que ella, pero los detesta, a ambos y tiene la certeza de que ella no va a morir nunca, ya que ninguno de los dos la querrá; o que en el otro caso, ella es una Diosa, no puede morir. En muchas ocasiones ella misma se refiere a sí misma como un ángel caído del cielo, por culpa de los humanos o de su patosidad, pero que busca a demonios porque son mas divertidos. Igualmente, no era a eso a lo que me refería.
Rebelde sin causa, sin la más mínima. Bueno, tal vez de nuevo solo busca llamar la atención, o tal vez también tenga algo de sociópata… pero es ver una norma y sentirse “obligada” a incumplirla, quebrantarla y a ser posible, explotarla. Le gusta jugar, para ella la vida es un juego, y su preferido es sin duda volver loca a las autoridades. Odia que le manden, a ella las cosas por favor o vamos mal; como ya he dicho antes, es como una niña pequeña, así que la mayoría de castigos con ella no sirven. Así que es difícil lograr que se porte bien. Siempre con bromas inocentes y estúpidas en la cabeza, pensando y sopesando cual puede ser su próxima víctima y con ganas de buscar a “compañeros de juegos” que quieran ayudarla. Drogas, alcohol, hierba… ella es feliz con lo que caiga; le gusta dejarlo todo por un segundo y simplemente disfrutar de disfrutar. Salir de fiesta, bailar y beber toda la noche, acabar en la cama de algún desconocido; ese es su plan perfecto, añádele LSD y le harás la mujer más feliz del mundo.

“Te hago daño ¡No lo siento! Esto es bueno para ti ¡Escucha como gritas!”
Su lado más oscuro, es sin duda la misma falta de juicio que hace permanecer esa actitud infantil. Ella no distingue entre el bien y el mal, y posiblemente esta es la razón de todas las “tonterías” que ella hace. No ve la distinción entre pegar un tiro a alguien, tirarse a un viejo o simplemente salpicar a alguien con una pistola cutre de agua. Por eso cabrearle es algo un tanto peligroso; lo más probable es que se eche a llorar, coja una pataleta o simplemente se valla enfurruñada a otra parte. El problema llega si le pillas de mal humor o si es algo que realmente le fastidie, pues entonces lo mismo te deja sin huevos, te mete una araña venenosa en la cama o algo más rápido y eficaz si le molesta tu presencia: un tiro entre ojo y ojo. Se suele obsesionar bastante con las personas, así que si una no le hace caso el enfado está asegurado, por lo que es mejor seguirle el royo, siempre. Esa falta total de juicio también da pie a que la gente le pueda llenar la mente con lo que quiera en un espacio de tiempo muy corto pues cree lo que le digas si eres lo suficiente convincente. Hay quien podría describirla como sádica, pues a veces parece disfrutar haciendo daño, pero no es así… si no distingue entre bien y mal, ¿Por qué no va a disfrutar haciendo daño si para ella no es algo malo?

DATOS PERSONALES

PADRES*
•MADRE• Bianca Toloficci – Una mujer de unos cincuenta años, pero con alma de veinte. Hermosa y superficial. Trabaja como diseñadora de moda de una firma conocida y millonaria. Milán, Italia.
•PADRE• Marco Mazzolo – Un hombre de cuarenta y ocho años, también con alma de veinte. Bastante apuesto y, cómo no, superficial. Publicista de la marca de ropa de su mujer. Milán, Italia.
HERMANOS (AS)
•HERMANA MAYOR • Giuseppa Mazzolo – Siete años mayor que Gabrielle. Una mujer fuerte, despierte e inteligente. Vive en NY donde asciende puestos entre los mejores abogados del lugar. Esta prometida con un joven empresario y la boda está fechada en agosto.
HISTORIA*
Bianca y Marco se conocieron en la empresa de ella cuando aún era un proyecto con unas esperanzas más grandes que sus beneficios. Bianca estaba comenzando a darse a conocer en el mundillo de la moda y su padre acababa de terminar la carrera de publicista. Entró en la empresa por contactos de la familia y el amor surgió casi al instante. Su madre se quedó embarazada de Giuseppa a los veintitrés años y eso obligó a sus padres a casarse antes de tiempo. Casi siempre trabajaban, pues necesitaban sacar a flote a la empresa y la pequeña Giu se crió entre niñeras. Pasaron siete años y le apresa ya estaba entre las más ricas de Milán y su adre ya tenía fama internacional; y pasó algo que les pilló de improviso, con treinta y un años que tenia la mujer, esperaban un miembro más en la familia. Fue una noticia que entusiasmo más a los padres de lo que se podía imaginar, esta vez querían hacer las cosas bien; ambos trabajarían desde casa y así podrían cuidar a la cría. Por aquel entonces Giu tenía siete años y odiaba bastante a sus padres.

Los primeros años todo fue genial, ya que ambos se centraban en ella y solo en ella. Pero conforme pasó el tiempo y sus padre volvieron al trabajo, la niña se quedó sin su habitual atención y eso la mosqueó. Conseguía que los que se ocupaban de la casa le hicieran caso mediante miraditas y poses monas, pero no le bastaba; su hermana le ignoraba muerta de celos y sus padres habían vuelto a las andadas en cuestión de trabajo. En la guardería e infantil, se convirtió en la reina de la clase, logrando que todos giraran a su al rederos, y bailaran a su son. La gente le adoraba, era la niña más mona que jamás habían conocido y no podían evitar hacerle mimos. Todo volvía a ir sobre ruedas, pero conforme se iba haciendo mayor, esto ya no surgía efecto, su “monería” se fue acabando y ahora solo parecía tonta haciéndose la niña pequeña. Debía de encontrar algo nuevo con lo que llamar la atención. Encontró la manera portándose mal, la gente intentaba saber porque esa criatura tan buena de repente era todo un terremoto, la gente le agobiaba a preguntas y ella se sentía como pez en el agua.

Más años pasaron y su ansia de atención no cesaba nunca, pasando por fases diferentes: desde partirse una pierna para que todos le ayudasen, a inventar mentiras descabelladas para que todos quedaran impactados, o simplemente pegar a otros niños para que le hicieran caso. Su personalidad infantil seguía allí dentro, negándose a marcharse. Y llegó la adolescencia con un problema nuevo añadido: la crisis de la madurez de sus padres; estos se creían que tenían unos veinte años y se dedicaban a hacerlo a todas horas o simplemente a solo pensar en cosas guarras. Parecían tener tiempo solo para ellos mismos y aunque se pensaban que ni ella ni Giu se daban cuenta de lo que pasaba así era. Y para colmo, la entrada al instituto, donde “no era nadie” y las que importaban eran las mayores. Ella no podía esperar a ser la más importante durante un año o dos, ni por asomo. Y entonces apareció Fabriccio, el profesor de historia de la joven. Ventipocos años, joven, guapo y encantador. Ella se enamoró perdidamente y comenzó a sacar las mejores notas de la clase y del curso. Él impresionado, un día le invito a su casa, ya que quería enseñarle unos documentos del periodo histórico que estaban dando. Así, con unos catorce años consiguió enredar al profesor con sus cuentos y mentiras hasta que lo tuvo dónde quiso y se lo tiró. Sí, así de fácil, no dudó en perder su virginidad con el hombre, pero se dio cuenta de que no lo amaba, solo le gustaba. El rumor se corrió pronto por la escuela y otra vez la atención se cernía sobre ella. Al profesor lo echaron, pero ella estaba feliz, todo el mundo parecía preocupado por ella, pues la versión oficial era que él la había forzado.

Después de eso no se detuvo, entró de golpe en el mundo del alcohol, de las fiestas salvajes, de los hombres y hasta en el de las mujeres. La gente le trataba de ídola, pues el instituto era de santitos y santitas; sin contar con su temprana edad. Y pasó otro año y ya todo el mundo estaba en esos mundos, necesitaba de nuevo otro pretexto y se dio cuenta de lo bien que había funcionado lo de su profesor, así que acabo acostándose con hombres mucho mayores que ella, pero dándose cuenta de que además ese hecho le gustaba. Su hermana se dio cuenta de todo en unas vacaciones en las que volvió de la universidad y le levó al mejor psicólogo del la ciudad: Filippo L. Ferrato. El hombre al principio le aburría, pero con cada sesión se iba “enamorando” de él, cada vez más. Ella se lo contaba todo, feliz de la atención que él le procuraba, y cada día que pasaba, se convencía a sí misma de que él también le amaba. Y así fue entrando cada vez más en el terreno de la locura. Él encontró sus problemas, pero no podía curarlo, aun así no se rendía. Una tarde se enteró de que su psicólogo estaba casado y entendió, por fin, el porqué e contenía. Así que fue a la casa del matrimonio con un arma, dispuesta a acabar con el estorbo. Pero él fue más listo, le engañó y ella no se lo ha perdonado, consiguió que bajara el arma, le dijo que le amaba y que ella no importaba y ella, necia, le creyó. Así acabó en el hospital mental de Milán.

Más años pasaron y sus padres se desesperaban, pro ni mucho menos se imaginaban que la culpa fuera de ellos. Su hermana, por el contrario sí lo pensaba. Ella estaba en NY, pero cuando podía iba a verla. Al final, leyó un artículo sobre Vecordias y sus promesas, y convenció a sus padres de mandar allí a Gabrielle. Lleva allí casi dos años y no ha mejorado, pero cada vez miente mejor. Además, con el dinero que le dan sus padres y su inteligencia ha logrado que la clínica tenga un nuevo Psicólogo: Filippo L. Ferrato; pues siguió su vida con total lujo de detalles gracias a un detective privado y se las ha ingeniado para que lo convenzan de venir y de que sea de nuevo solo suyo. Aun así, de mientras espera a que lo traigan, ella se entretiene con sus compañeros de “cautiverio”, no va a perder el tiempo…

DATOS ADICIONALES
»Ella siempre habla de que es adicta a al FLF, aunque nadie sabe que es. No s más que una estúpida palabra hecha por las iniciales de Filippo L. Ferrato»
»Intenta tirarse a todos los pacientes de la clínica, independientemente de su sexo o edad.»
»Siempre lleva dos colleres, una cruz en dorado y una satan-sstern en plateado, burlándose de Dios y del Diablo, a la vez que igualándose a ellos»