Relaciones de un esquizofrenico paranoide...

Katherinne Moss, es una chica dulce, cariñosa, algo alocada pero muy amigable. Se considera a si misma una casi buena persona, sin embargo tiene un leve transtorno, algo por lo que no puede considerarse buena del todo, es paranoica, tiende a sentirse perseguida, a veces logra ser una chica muy cerrada, o incluso puede llegar a hacerse daño a si misma.
Su paranoia la hace ver alusinaciones, sentirse atacada, perseguida por Jonathan (su mejor amigo muerto), cuando sufre esos episodios insiste en que él viene por ella y quiere llevarle con él, eso la convierte momentaneamente en una chica inestable y hasa quizás un poco dark, a veces suele perder la memoria "temporalmente" y no saber quien es, y hasta referirse a "Kitty" en tercera persona.
Cuando se siente bajo mucha presión o encerrada tiende a reaccionar con bulimia, o a gritar desesperadamente, en esos momentos es donde aparece su trastorno obsesivo-compulsivo de repetir todo, debe decirlo todo tres veces, hasta hacer los mismos movimientos tres veces.
También suele sentarse en un rincón, tararear una canción y comerse las uñas mientras se balancea de un lado a otro, pierde el control de si misma muy rápido, pero casi siempre es una chica muy carismática, que ama hacer amigos, prefiere el diálogo antes que una discusión, pero si se siente amenazada puede hacer uso de cualquier herramienta para defenderse.
Su frase más usada es "¿Eres mi amigo o mi enemigo? tu decides..."
Como amiga es una chica Leal y determinada, por sus amigos es capaz de arriesgar hasta la vida sin importar si hay algo a cambio o no, sus amigos son para ella parte de su familia, por eso les da el lugar que como tal se merecen.
¿En el amor? Kitty es una chica divertida, que disfruta de la vida y que nunca se ha enamorado, ¿Diversión? mucha, ¿Amor? poco. Considera que el amor es el idioma del mundo, incluso se considera una chica frágil en ese ambito pues es una chica muy enamoradiza, aunque no ha conocido el verdadero amor no pierde las esperanzas de hallarle, y no confundirse como lo ha hecho siempre entre la simple atracción y el amor genuino.