Otro día...otra ilusión rota [Lyzen]

El día anterior me había acostado muy tarde. De la biblioteca me había ido bastante tarde, y al llegar a casa, después de cenar y hablar unas cuantas palabras con mis padres me había puesto a ver unos planos que Logan me había dado del psiquiátrico, para ver la localización de las celdas, los puntos de seguridad, entradas y salidas. Debía de esforzarme por encontrar algún punto débil en la institución, había que ayudar a la gente encerrada, necesitábamos toda la ayuda posible que lográsemos. hoy tenía el día libre en la facultad, e iba a provechar para dormir un poco más, últimamente mis sueños eran un poco moviditos y necesitaba descansar, entre las pesadillas, las clases, el estudio y las prácticas me iba a dar algo. Sin embargo, Logan me llamó temprano para decirme que fuera hasta el psiquíatrico para ver a Alethia. a pesar del cansancio, decidí aceptar. Después de todo, ella no tenía escapatoría y estaba encerrada, un poco de compañía no le vendría mal, y me apetecía bastante verla.
Así pues, lentamente me levanté de la cama. Me quedé unos segundos sentado en ella mientras bostezaba, y por fin me puse en pie. Me dirigí directo al cuarto de baño y pude observar la gravedad de mis ojeras. Definitivamente, hoy dormiría una siesta, sino mis ojos serían suplantados una superficie negra e hinchada. Suspiré mientras me giraba hacia la ducha y abría el grifo del agua caliente. Después de ducharme fui hacia mi habitación,a coger algo de ropa. Converse negras altas, vaqueros oscuros, una camisa de cuadros roja y un chaleco negro. Volví al baño para secarme el pelo y peinarme, y me eché algo de la colonia de Hugo Boss.
Cogí una chaqueta de punto negra que tenía y cogí mi coche para llegar hasta allí.

Salude a algunos sanadores con una sonrisa y un movimiento de cabeza mientras caminaba por los pasillos. Ser el sobrino de uno de ellos me había hecho conocer a algunos. De todas maneras, dentro de mi había cierto resentimiento hacia ellos por lo que ocurría aquí dentro, pero no lo podía mostrar. entré en la habitación, si se le podía llamar así, de Alethia y observé que estaba mirando hacia la ventana. Parecía muy absorta en sus pensamientos y había un tono de morriña en su voz. Me gustaría que pudiera disfrutar de todas las cosas del mundo exterior, era imperdonable lo que le estaban haciendo. Me senté en una silla y observé como me miraba. yo me limité a sonreir.

- Bueno.. debes de tener un poco de cuidado con las olas, son muy traicioneras, y te pueden arrastrar al fondo del mar... pero un día definitivamente te llevaré hasta allí si así lo deseas. Un día no muy lejano.

Sonreí levemente. Deseaba que saliera ya de ese lugar infernal, si por mi fuera ahora mismo estaría huyendo con ella. Pero había que esperar al momento indicado, la paciencia era lo más importante en nuestra situación, y la perseverancia.

- A mi no me gusta demasiado la playa, demasiadas arenas, nunca te las puedes quitar del todo, a parte a veces hay unos animales muy molestos en el agua, las medusas, que si te pican es muy doloroso.

Arqueé las cejas. Nunca me había picado ninguna, pero tampoco tenía ganas. Por lo que había visto, la gente narraba la experiencia como desagradable. Me acerqué a Alethia y saqué unas chocolatinas de debajo de mi manga y se las ofrecí

- ¿Quieres? Aquí no te dan nada como esto, y quería que probases cosas que hay fuera, se que no es lo mismo, pero bueno... para que vayas tomando un adelanto de lo que te puedes encontrar

Esbocé una sonrisa y me quité el abrigo. Lo dejé sobre su cama, doblado y me volví a sentar observándola fijamente.

- ¿Ha ocurrido algo desde la última vez? ¿Como estás?

No me refería solo a si había descubierto algo, sino a si la habían tratado mal, era algo que no estaba dispuesto a permitir.

- Los chicos están un poco dispersos, algunos tiene exámenes, otros trabajos por hacer... estoy esperando una oportunidad para poner las cosas claras y continuar pensando lo que vamos a hacer, no quiero presionarlos, necesitamos toda la ayuda que nos puedan ofrecer

cuando le di los chocolates, ella se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla. en ese momento juraría que me había puesto colorado, sin contar que mi corazón había empezado a latir a 100 por minuto. cada vez que me miraba, o me dirigía una de sus sonrisas, o tenía esos detalles tan inocentes conmigo, me ponía muy nervioso y el corazón parecía que se me iba a salir del pecho. sino fuera imposible, pensaría que mis latidos se escucharían en toda la habitación.

- No tienes que agradecerme nada, lo hago con mucho gusto, me gustaría que fuera más a menudo pero no se me permite

Suspiré. Su celda estaba muy vigilada y las visitas repetidas no se permitían por miedo a que saliese algo mal, o alguien descubriese lo del virus. Lo que no sabían es que no habían logrado infectar a todo el mundo, lo cual era una clara ventaja para nosotros. Esperaba que eso siguiese así por mucho tiempo. Cuando mencionó a Kyra, me tensé un poco. No era una persona que usualmente odiase a la gente, pero en esta ocasión, esa persona en particular, despertaba unos inmensos sentimientos de odio que tenía que esforzarme en reprimir. No la soportaba. La sola idea de que le hiciese algo.. era imperdonable. Pero un día... las pagaría todas juntas. Me encargaría de ello.

Entonces ella me ofreció a sentarme a su lado, en la cama, y me propuso dormir allí con ella. Sentí mi corazón desbocarse otra vez. Me levanté de mi asiento y me senté a su lado. Me puse un poco nervioso. Me peiné el flequillo con la mano e intenté serenarme un poco

- No, no te preocupes por mi, estoy bien. Hoy dormí mal, eso es todo, tu eres la que tienes que descansar y reunir fuerzas

Esbocé una sonrisa y la miré a los ojos

- Pero gracias por el ofrecimiento. Además, si alguien pasa y nos ve durmiendo juntos, sería muy extraño, y habría muchos problemas. Pero creeme, me gustaría mucho

Si alguien del personal nos viera durmiendo juntos, todos nuestros planes se irían a la mierda porque no se podría explicar de ninguna forma. Se acabarían las visitas, la resistencia, y la última posibilidad de que todo volviera a la normalidad

- Mi tio hoy no pudo venir porque tenía cosas que hacer, y aprovechó que hoy tocaba sesión y me llamó para que viniera yo, y yo encantado.

Me quedé un momento pensativo y la miré con complicidad

- ¿Sabes? creo que en mi próxima visita te tareré algo de arena en un tarro, para que comprueben cuan molesta puede ser

Lo miré compasivo, 10 años era mucho tiempo, y deseaba poder redimirla de todo lo que le había ocurrido. Pero no solo me refería a la fuerza física, sino a la mental, debía de intentar fortalecerse para cuando llegase el momento de su libertad. yo me limité a abrazarle la espalda cuando apoyó su cabeza en mi hombro, intentando ayudarla, no era mucho, pero no se me ocurría que decirle, es que era normal que se sintiese así.

- Si tu estuvieras fuera, tendrías a muchísimos amigos, a todo el mundo le gustarías y serían muy afortunados por poder conocerte, esta institución esta privando al mundo de conocer a alguien como tu, por suerte yo tengo el privilegio de hacerlo, y me alegro mucho de hacerlo

Le sonreí. Era una persona muy especial, no sabía muy bien la razón, pero lo cierto es que cada vez que la veía me sentía muy feliz. Su pureza, su inocencia, su fuerza para seguir adelante, eran cualidades que me encantaban y me hacían sonreir. Entonces hizo una pregunta que me sorprendió un poco, y quizás incluso me llego a molestar

- Alethia, quiero que tengas algo muy presente, no vengo a verte por lo que sepas, ni por quien seas, vengo por como eres, porque aprecio tu compañía y me gusta estar aquí. Sino no te hablaría como lo hago, y no vendría, le diría ami tio que te preguntase lo que necesitásemos, y no me verías. El que tu supieras cosas, es lo que incitó nuestro primer encuentro, no te lo voy a negar, pero si llegases a olvidar todo lo que sabes, o no quisieras decírnoslo, no te iba a obligar y seguiría viniendo

La miré seriamente, quería que entendiese lo que decía. claro que me importaba lo que sabía, y nos sería muy útil, pero para mi las personas no eran objetos que una vez cumplida su función eran reemplazables, no me gustaba ser interesado.

Ella se acostó en la cama, y yo me deje llevar y me acosté a su lado

- Espero que tengas razón y no entre nadie, sino... sería interesante ver como íbamos a salir de esta

Esbocé una sonrisa y acaricié su mejilla. quizás me estaba dejando llevar demasiado, pero no podía evitarlo. Me sentía muy bien cuando la acariciaba, cuando sentía su piel, su respiración tan próxima a mi, me ponía los pelos de punta.

- El próximo día, te traeré algún postre hecho por mi, he de decirte que no soy muy bueno haciéndolos, pero me esmeraré. Y voy a intentar que te dejen dar un paseo por el jardín, con las condiciones que quieran, quiero enseñarte la naturaleza y que puedas tomar un poco el sol, y sientas la brisa y el aire puro. Pídeme lo que necesites

Quizás había sonado algo duro con ella, pero quería que lo supiera. No quería que pensase que estaba con ella de esa forma por interés, jamás se me había ocurrido. Era su persona lo que me obligaba irremediablemente a verla siempre que podía, a estar con ella todo lo que podía, disfrutar su presencia, sus charlas, sus roces. cuando toco mis labios con su dedo, instintivamente cerré los ojos disfrutando del contacto. Estaba comenzando a tener mucho calor. Intentaba hablar para decirle que se detuviese, pero no era capaz de hacerlo, sólo podía disfrutar de la situación. Pasé mi brazo rodeando su cintura, acercándonos aún más.

- ¿Sabes una cosa?

Esbocé una sonrisa, y la miré a los ojos, con mucho cariño. Estaba muy feliz por estar así con ella

- Eres la persona más especial que he conocido, si alguna vez alguien te hace daño, no tienes más que decírmelo

Acerqué mis labios a su frente y le di un beso.

- No sabría decir que me gusta más de ti, si tu inocencia o tu bondad, no creo que pudiera escoger nada de ti, tienes demasiadas buenas cualidades

La abracé muy fuerte. Ella era perfecta, una de las mejores personas que había conocido y aun así tenía que estar encerrada, y sola. No era justo, era imperdonable.

- Cuando te saque de aquí, te llevaré a mi casa... allí podremos estar en el jardín, solos, y hacer lo que quieras. Sólo quiero que estés feliz.

Cada minuto que pasaba, tenía más calor, mi corazón latía más rápido y sentía la necesidad creciente de darle un beso. Pero tenía demasiado miedo de que se estropearan las cosas entre ambos como para hacerlo. Saqué mi móvil del bolsillo y la miré sonriente

- ¿Sabes lo que me apetece? Tener una foto contigo... ¿te importa?

Sonreí para la foto y cuando sentí sus labios en mi mejilla, creo que me volví a sonrojar. Justo en ese momento saltó el flash, y cuando iba a mirar la foto, cogí yo mi móvil y se lo cogí de las manos para mirar la foto primero. Vi que salía, efectivamente, rojo como un tomate y sentí que me moría de vergüenza. Me rasquñe la cabeza con la mano que tenía libre y le pasé el móvil para que la viera

- Mira como me hiciste salir, me sale la cara toda roja

Dije como enfadado, pero estaba bromeando. La miré divertido y cuando la observó, cogi el móvil y lo guardé.

- Ahora, como venganza por hacerme salir así...

Pasé mis manos a sus caderas, y comencé a hacerle cosquillas mientras me reía. Me gustaba mucho su sonrisa, sobre todo si sabía que el que se la provocaba era yo. Seguía en mi cabeza con el recuerdo de su corazón latiendo con fuerza. Si hubiera puesto una mano sobre el mio, se sorprendería de lo fuerte que puede llegar a latir. El mio como siguiera así, acabaría infartando. El que no supiera que significara, me hizo sentir mal e hizo que me propusiera aun más no darle un beso. quería que ella supiese el significado de lo que ello significaba, y no estaba muy seguro de que lo hiciera. Sería como aprovecharme de ella, y eso jamás pasaría. Quería indagar un poco más en ese aspecto, pero directamente me daba mucha vergüenza.

- ¿Y como es tu relación con el resto delos prisioneros? Te llevas bien con alguno en especial, te dan algo de tregua los de Saitek para poder relacionarte con alguno

La miré a los ojos, sonriente, aunque en realidad por dentro esperaba que dijera que si, que tenía muchos amigos, pero nada más. No deseaba que estuviera sola, solo que... deseaba que estuviese conmigo.

Me quedé un poco cortado con su respuesta. No sabía si interpretarlo por el camino que parecía que intentaba seguir, que yo le gustaba, o lo entendía así porque era lo que quería oir. Sin embargo, yo me sentía como ella, nadie me había hecho sentir lo que ahora mismo sentía.

- Pues no te preocupes, porque voy a estar aquí siempre que pueda, para que puedas desconectar y estar perfectamente.

Le acaricié la mejilla, sonriendo y con mucho cariño. no podía evitar lo que sentía por ella, y la verdad es que cada vez era más fuerte, pero intentaba reprimirme, por la resistencia, por todos los planes, no quería que nadie lo estropease, y menos yo, todo tenía que ser perfecto, mi felicidad era secundaria, siempre había que mirar por el bien mayor

- Y no quiero que te pongas triste, estás mucho más guapa cuando sonries, aunque parece imposible, porque siempre lo estás

Aunque a veces el coqueteo que tenía con ella me salía innato, no lo podía evitar.

- Mi tío creo que te tiene mucho cariño, llegaría a decir incluso que te quiere como una hija. Es muy buena persona, tuviste suerte que viniera el a visitarte.. y la verdad es que yo también la tuve, así he podido conocerte

La abracé de nuevo y me acerqué mucho a ella. Me gustaba sentir su calor y su figura cerca de mi. Le di un beso en la cabeza y me embriagué con su fragancia.

Me sentía tan bien estando con Lyzen, no podía creer que fuera tan afortunada por haberlo conocido, sin embargo, ahí estaba, conmigo, cuidándome y protegiéndome como nadie jamás lo había hecho. Estar con él y escuchar cómo me decía que era guapa y que él iba a estar ahí conmigo para que no perdiera la cabeza era lo mejor que podía estar pasándome en mis circunstancias actuales. Sonreí llena de dicha y cerré los ojos mientras me acurrucaba en su hombro, aspirando su aroma y dejando que su calidez me transmitiera un poco de paz.

- Eres genial Lyzen, de verdad, cada vez que vienes a verme todo es mucho más hermoso y estar contigo es de lo más sencillo para mí, estoy cómoda tu lado y...y siento que puedo contártelo todo - dije por fin externando aquellos sentimientos que albergaban mi corazón. Abrí mis ojos y lo miré fijamente mientras sonreía - No sé cómo definir lo que siento Lyzen, pero eres muy muy especial para mí

Su comentario con respecto a Logan hizo que un nudo se formara en mi garganta, un padre, sí, quizás era algo como eso para mí. Logan me había cuidado y protegido aquí...como mi padre lo había hecho, algunas veces. No pude evitar derramar un par de lágrimas que cayeron en la camisa de él. Rápidamente me las sequé y lo miré, por primera vez en mucho tiempo, podía sentir el cariño de alguien, como si pudiera tener un poco de aquello que nunca había podido tener: una familia.

- Y yo lo quiero a él como si fuera mi padre, gracias a él mis torturas cada día son menos, aunque cuando Kyra me encuentra por los pasillos...las cosas se ponen muy feas - comenté mientras él me abrazaba, sin embargo había tocado un par de heridas en mi espalda que dolían y no pude evitar soltar un pequeño jadeo de dolor

Debían de ser muy duros con los prisioneros y los pacientes en la institución, era imperdonable. No se podía consentir estos atropeyos hacia las personas. Algún dia Kyra me las pagaría, ese día recibiría todo lo que había sembrado. Me dí cuenta de que había tocado algún lugar en su espalda que le dolía y la miré con preocupación

- Alethia... si te duele algo, tienes que decírmelo,a mi o a Logan. No quiero que sufras, ¿me oyes?

La miré a los ojos y suspiré. Le di un beso en la mejilla con cuidado. Sería mejor que le mirase la herida, no quería que se le infectase o le pasase algo peor.

- Debería verte la herida, puedo hacerte las curas y darte algo para el dolor, así por lo menos no te harán daño... te prometo que todo esto se acabará pronto, aunque sea lo último que haga, quiero que pienses que pronto estarás fuera de aquí y ya no tendrás que preocuparte de nada, vendrás con Logan y conmigo y haremos lo que tu quieras, eres una chica favorita

Le guiñé un ojo, sonriendo. hice que se pusiera boca abajo en la cama.

- ¿Te importa que te miré eso? Creo que podría tener algo en la chaqueta para el dolor, no es muy potente pero la próxima vez que venga podría traerte algo más fuerte, de momento es lo único que puedo hacer

Me sentía como atado de manos y pies, sin poder hacer anda más por ayduarla. Pero pensar en la resistencia, lo que nos estábamos esforzando para mejorar esto, me daba las fuerzas necesarias para no sentirme tan mal y sentir las esperanzas que nos hacían falta. Me habría cambiado gustoso por ella, para que pudiese salir de aquí y ponerse a salvo, se lo merecía, tener una vida normal no era pedir demasiado

Agarro mi cara con sus manos, y sentí la necesidad de besárselas, pero me contuve. Era una mujer muy fuerte, entendía que no le gustase que la mirasen con lástima, así que cumpliría su promesa

- De acuerdo Alethia, jamás te miraré así, lo prometo.

Sólo había una forma de mirada en mis ojos para ella, y era amor, siempre que había escuchado hablar de mi tio sobre ella, me había imaginado que exageraba, pero cuando la había conocido, comprendí porque se preocupaba tanto por ella. Ya no solo por el hecho de las torturas a las que estaba expuesta, y el vivir aquí durante 10 años, sino como se comportaba, ya como si le diese igual. Asustaba un poco que ya se hubiera acostumbrado a esta situación, no creo que mucha gente lo hubiera conseguido

Se tumbó boca abajo nuevamente y se quitó la bata para que pudiese ver su espalda. Pude observar la gravedad de lo que había ahí, había muchas cicatrices, de heridas de hacía tiempo y otras más recientes que estaban cicatrizando. Algunas se notaban algo infectadas, aunque no demasiado. Pude fijarme en alguna lágrima cayendo por su mejilla. Acerqué mi dedo para recogérsela y acariciarle la mejilla. Por mis mejillas noté que también estaban derramándose dos lágrimas, me las sequé con rapidez para que no me las viera. Me había quedado en shock por lo que había visto

- el próximo día que venga, vendré preparado para hacerte curas y te traeré algo para el dolor, de acuerdo. Aquí ahora solo puedo ofrecerte algo no muy potente, te lo doy después.

Me acerqué a su mejilla y le di otro beso, con mucho cariño.

- y no me agradezcas nada, soy yo el que te tiene que agradecer que me permitieras conocerte, hubiera sido una lástima perderme a una persona como tu, no hay mucha gente como tu fuera de estos muros, lo que es más increíble todavía. La gente debería aprender de ti

Comencé a acariciar su cabello, absorto. Entonces me di cuenta de la situación, así que cerré su bata para que cuando se diera la vuelta no se le viera nada.

- Te puedo asegurar que fuera tendrás a miles de chicos detrás tuya queriendo ser tus pretendientes, y entonces creo que me pondré algo celoso

Intenté que, al menos, sonara como una broma lo del final aunque no estaba seguro de haberlo conseguido. Lo cierto es que tenía miedo que al salir conociera a alguien y se fuese con el, aunque si estuviera feliz, yo también lo sería.

Cuando me dijo lo de Loga, asentí lentamente. Lo cierto es que tenía razón, Logan no podía enterarse proque se preocuparía demasiado y perdería su puesto aquí, y eso no nos lo podíamos permitir ya que dificultaría muchísimo las cosas. Simplemente tenía que encargarme yo de hacer que sus torturas fueran lo menos dolorosas posibles.

- No te preocupes, lo que tu me digas siempre quedará entre tu y yo, nada de lo que me dices entre estas cuatro paredes sale de aquí

Le guiñé un ojo. eso era cierto, podía confiar en mi para eso al 100 %, tan si quiera le decía a Logan nada, ni el tampoco me preguntaba. si ambos sabíamos hacer algo es ser discretos y guardar los secretos de los demás, tanto como médicos como personas. La confianza era algo que a mi me gustaba mucho y lo valoraba sobre muchas cosas, y fallarle a eso me parecía lo peor.

- Yo no soy admirable, yo no tengo que estar encerrado aquí ni sufrir nada, lo único que hice yo fue darme cuenta de lo que estaba pasando y encontrar más gente como nosotros, a la que el virus no les había afectado, y proponer lo que todo el mundo estaba pensando, eso no es nada

Le sonreí. entonces dijo unas cosas que hicieron que nuevamente mi corazón fuese a mil por hora. Hizo que me sonrojase un poco. Parecía que yo le gustaba, pero... quizá también podía ser porque era con una de las pocas personas de su edad con las que hablaba, cuando saliera y viera toda la gente que hay fuera, como eran, seguro que ahí encontraría a alguien bueno para ella, guapo, agradable y que la tratase bien. yo... no podía permitir que mis sentimientos por ella le coartasen su futura libertad, darse cuenta de todo lo que hay fuera, de todas las posibilidades que tiene, de lo que podría llegar a conseguir.

- Yo se lo que siento por ti, pero no puedo ayudarte a saber lo que sientes por mi. Eso es algo que tienes que descubrir por ti misma y no puedo meterme, sino podría estar llevándote por el camino equivocado sin darme cuenta. Cuando conozcas a más personas, empieces a sentir distintas emociones y veas lo que significan, sabrás la respuesta

Coloqué mi mano en su pierna, como ella había hecho antes conmigo.

- Lo único que quiero que sepas, es que yo estaré siempre para lo que necesites, independientemente de lo que pase, la hora que sea, la situación. Da igual. Siempre podrás contar conmigo. Cuando salgas creo que te regalaré un móvil, te apuntaré mi número para que me puedas llamar cuando me necesites

Tenía ganas de besar sus labios, acaricias su cara, su cuerpo, decirle que me gustaba, que nunca había sentido nada así, pero tampoco quería darle una sobrecarga emocional ni que se sintiera desbordada por lo que le dijera. Además, prefería asegurarme de poder ser su amigo siempre a que algo pudiera torcerse y se enfadase conmigo.

- Además, Logan es mejor con ese tipo de cosas. El es el sanador, yo aun estoy estudiando medicina. Aun no se muy bien psicoanalizar a la gente, y el tiene una buena trayectoria, siempre que me preocupa algo se da cuenta al instante

Me reí. Si, Logan era el mejor sanador que había conocido nunca. Era una persona con un corazón increíble, mi modelo a seguir. Solo que yo no podría trabajar en lo que trabaja el, no después de lo que está ocurriendo. Definitivamente creo que me iría mejor como cirujano.

Todo lo que me dijo hizo que me ruborizara aun más. Lo que dijo y la forma en como me miraba. Seguía pensando que no era tanto como ella decía, pero no se lo iba a discutir porque parecía que no iba a a aceptar que le llevara la contraria. En eso se parecía bastante a mi. ella seguía insistiendo en sus sentimientos hacia mi, y mi rojo cada vez sentía que iba en aumento y mi nerviosismo con el. Me colocó mi mano en su corazón y sentí sus latidos. Me quedé hipnotizado mirándola a los ojos, y noté que mi cabeza se iba desplazando lentamente hacia la suya. Mis labios se abrieron lentamente hasta alcanzar los suyos y besárselos tiernamente. Subí mi mano hacia su cabello para acariciárselos mientras mis labios seguían besando los suyos. Sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, pero no podía evitarlo. No podría haber estado 5 minutos más con ella sin haberlo hecho. cuando nuestros labios se separaron, suspiré profundamente y la miré a los ojos

- cualquier persona en mi misma situación habría hecho lo mismo por ti, eres muy especial. Jamás pude llegar a sospechar que podría llegar a sentir algo tan fuerte por alguien, pero... algo dentro de mi no quiere separarse de ti por mucho tiempo, necesito verte y saber que estás bien para poder estarlo yo

Me detuve para tomar algo y sopesar bien las palabras que iba a decir a continuación. Acababa de complicarlo todo muchísimo, y por mi culpa, si algo salía mal sería por mi culpa y todo el esfuerzo de la gente no habría valido de nada.

- Yo.. no se si debería de haber hecho lo que acabo de hacer, esto es.. muy peligroso, si algo sale mal... estaré poniendo en peligro la libertad de todos los que están aquí e infectados y se cerrarán las esperanzas de todas las personas de la rebelión

Después de ese beso, que había vencido mi fuerza de voluntad, había llegado la hora de arrepentimiento. No por el beso, sino por lo que podría pasar si algo salía mal.

- Tu dices que nunca lo llegarás a sentir, yo digo que jamás lo había sentido, y que nunca más lo volveré a sentir

La miré a los ojos, algo confuso. Sentía mucho cariño, me atraía mucho y sabía que mis sentimientos por ella iban más allá, pero ella no sabía practicamente nada de sentimientos por haber estado encerrada, y el día de mañana podría arrepentirse de este beso si se diera cuenta de que en realidad lo que ella sentía por mi eran sentimientos como para un hermano.

- Pero yo quiero que tu estés segura de lo que significan tus sentimientos, no quiero que el día de mañana te arrepientas, y que algo salga mal y te separes de mi

Ella me afirmó que no ocurriría nada, que no habría consecuencias, y que con lo que acababa de hacer le aclaraba sus sentimientos. Yo deseaba creer en sus palabras y dejarme llevar, sólo esperaba que tuviese razón. Pero a la vez, la idea de no poder volver a besarla se me hacía dolorosa, quería estar con ella, pero el deber...

- Si te sirve de algo, a mi también me ha gustado

Esbocé una sonrisa y bajé un poco la mirada, avergonzado. Estas cosas me daban mucho corte. Ella comenzó a decirme que ya había perdido demasiado estando encerrada en Vecordia y que no estaba dispuesta a a ocultarme sus sentimientos.

- De lo único de lo que me arrepiento es de no haber esperado que esto sucediese fuera, hace mucho tiempo que tengo estos sentimientos por ti y de ellos no me arrepiento

Suspiré. no quería que nada malo le pasara si alguien se enteraba de lo nuestro, podría ser muy peligroso para ella y podrían impedir que nadie la visitara, entonces se quedaría completamente sola.

- Yo lo único que quiero es que no te pase nada malo. La información que tu posees es muy importante para mucha gente, pero tu también lo eres. Cada uno de los que estais aquí encerrados sois muy importantes, y no quiero que os pase nada a ninguno. Especialmente a ti

Acaricié su mejilla y la miré sonriendo. Me acerqué de nuevo a sus labios y se los besé suavemente

- Jamás me arrepentiría de esto, me gusta demasiado. Y si tu estás dispuesta a correr los riesgos, yo también

Agarré su cara con mis manos, para que me mirase a los ojos.

- Entiendo lo que te ha ocurrido, y es normal lo que dices, no me pareces egoísta, ni nada por el estilo, en tal caso el egoísta soy yo. Pero quiero que se te meta algo en la cabeza. Jamás nada ni nadie me alejará de ti si tu no quieres, ¿de acuerdo? Quiero que lo tengas muy claro, y que en ningún momento lo dudes

La atraje hacia mi, para que apoyase su cabeza en mi pecho, y cuando lo hizo la abracé. Le di un beso en la nuca y suspiré. No sabíamos donde nos estábamos metiendo, pero aun así.. lo que había ocurrido era inevitable. Antes o después hubiera ocurrido. ahora me sentía mal porque notaba a Alethia confusa, y yo en estos momentos no lograba ni aclararme yo.

- Tu no tienes nada que lamentar, no forzaste nada.. fui yo el que te besó, asíque no tienes que sentirte culpable de nada. Y no te preocupes más, tarde o temprano esto hubiera ocurrido, llevaba mucho tiempo intentando evitarlo, pero... cada vez me era más difícil.

La primera sesión que había tenido con ella, me había hecho aflorar sentimientos que nunca había tenido y me había costado mucho definirlos. Aunque cada vez que pasaba el tiempo, y con el sesiones con ella, me quedaba más claro de lo que se trataba.

- La única culpa que tienes es de ser así, y atraerme de esa forma hacía ti. - bromeé, aunque antes de que pensara que lo que yo había dicho era cierto, me adelanté - es una broma, no te lo tomes al pie de la letra

Esbocé una tímida sonrisa y coloqué mi mano bajo su mentón, se lo levanté para que me mirase a los ojos

- Yo... quiero intentarlo, de hecho ahora mismo no me imagino en otro sitio que no sea aquí contigo, así que debemos prometernos que nadie se enterará de esto para que no salga de aquí, y no se ponga nada en peligro, ¿que te parece?

Acaricié su mejilla. No podía parar de tocarla. Realmente parecía muy pesado, pero no podía evitarlo.

- También tenemos que pensar si decírselo a Logan o no... desde mi punto de vista, yo debería decírselo, porque no me siento bien ocultándole algo como esto, pero quiero que tu me digas tu opinión, y según veas lo hago o no. aunque eso si, de decírselo, espera a que se lo diga yo, ¿vale? Sé que preferiría escucharlo de mis labios.